La creatividad tiene el estigma de ser exclusivamente para personas que están en cierta industria, tanto así, que hay plazas laborales que se llaman “creativo”. Por esta razón, todos los que no somos parte de esa profesión quedamos excluidos de una cualidad que, en realidad, no se limita a ese trabajo, sino que es una cualidad de todos los seres humanos. De hecho, la creatividad es un regalo espiritual.
Hechos a imagen y semejanza de Dios, los seres humanos tenemos facultades impresionantes y la creatividad es una de ellas. ¡Somos hábiles para crear! Si el enemigo te ha hecho creer que no eres una persona creativa, quiero recordarte que él miente y engaña. Si sientes que, de verdad, no se te ocurren ideas para resolver algún problema para innovar en tu trabajo o para expandir tu ministerio, te dejo tres útiles consejos que he practicado.
1. Pídele ideas a Dios
Una idea tuya es limitada, pero una idea que Dios te da es poderosa. Dios quiere poner visión en tu corazón, te dará sueños, soluciones, procesos e ideas. ¡Pídeselas, escúchalas y ejecútalas, porque son del cielo! Cree que lo que viene a tu mente y corazón puede venir del corazón de Dios. “Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”. Salmos 121:2
2. Desarrolla tu creatividad
La creatividad se puede desarrollar. Imagina que hoy te sientas frente a un piano y solo con verlo, te abrumas y dices: ¡no, no puedo! ¿Te imaginas eso? La clave es el aprendizaje, anotarte en un curso y practicar. Lo mismo pasa con la creatividad. Se puede desarrollar y se puede aprender. ¡Anótate a un curso! Lee más, busca cuál es tu funcionamiento cerebral, investiga, observa… sumérgete y conoce cómo es tu propio proceso de creación. “Dios está obrando entre ustedes. Él despierta en ustedes el deseo de hacer lo que a Él le agrada y les da el poder para hacerlo”. Fillipenses 2:13 (PDT)
3. Pide ayuda
Conversa con otros, socializa tus ideas, platica con los demás, pregunta y aprende. En verdad, todo eso te puede ayudar a solucionar. “Dos son mejor que uno”. Eclesiastés 4:9. Estás diseñada para crear, solucionar y hacer. Tu talento en el Señor te dará propósito. Se que Él te ha dado gracia y quiere usar tus dones. La Biblia dice: “Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás”. Efesios 2:10.
¿Te imaginas las cosas buenas que Dios ya preparó para que tú las hagas? ¡Sigue trabajando en tus habilidades con fe, alegría y creatividad!
Por: Madis Sánchez