Hace unos meses me invitaron a un Zoom a las 5:00 a.m. a interceder. Puse mi alarma, me levanté, me preparé y salí a la sala. Habían pasado unos minutos y Denisse Sánchez, la persona que me invitó, empezó a orar. Y con esa oración me cayó el veinte (me di cuenta) de cosas que no había rendido a Dios. Mientras oraba, decía: “Dios, perdóname por mi falsa humildad, por mi falta de compasión, por mi mal carácter, por mi deseo de controlar”. Mucho de lo que decía yo no lo había orado en mi vida. Cuando me presenté para interceder yo no quería empezar y más bien quería seguir siendo ministrada. Y a partir de ese punto empecé a ser consciente de mi pecado.
La Biblia dice en Efesios 6:12 que “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. ¿Qué significa esto? Me fui al original de cada palabra y encontré lo siguiente:
- Primero, nuestra lucha no es con alguien que nos envidia, con la persona que nos quedó mal, con alguien que nos hizo algo malo o con alguien que habló mal de nosotros. La lucha es contra Satanás, quien nos quiere ver destruidos, derrotados y acabados.
- El diablo es un falso acusador, un calumniador, y usará estrategias de formas astutas y engañosas para vernos destruidos.
- Él querrá el primer lugar en nuestra vida y si no puede tenerlo querrá que pongamos en primer lugar a nuestra familia, recursos, dinero, cuentas bancarias, hijos o cualquier cosa o persona que no sea Dios.
- Quiere que le demos poder o que hagamos lo que nos plazca con tal de no obedecer a Dios.
- No quiere que nos demos cuenta de nuestra maldad. Para él mejor si somos ignorantes y no reconocemos nuestras malas acciones, pues de esa forma no cambiaremos.
- Quiere que vivamos en maldad; que vivamos bajo iniquidad, en depravación y en pecado. De esa forma nos alejamos más de Dios.
¿Qué podemos hacer nosotros como remedio a estas estrategias suyas?
- Adorar a Dios: nos protege de poner a alguien o algo más en primer lugar.
- Obediencia: mientas más nos sometamos en obediencia a nuestras autoridades aquí en la Tierra, más fácil será obedecer a alguien que no vemos.
- Leer la Palabra de Dios: la verdad que trae libertad.
- Oración: para rendirnos, para arrepentirnos y humillarnos delante de Dios.
Quiero que pienses en una acción que puedas mejorar. ¿En qué remedio estás fallando? ¿Será que has dejado de adorarlo como Él se lo merece? ¿Será que eres desobediente y ya no buscas Su instrucción? ¿Será que has dejado de leer Su Palabra y meditar en ella? ¿Será que ya no buscas un tiempo para orar y ser vulnerable con Dios?
Con esto quiero terminar: estaba orando hace unos días y sentí muy fuerte a Dios diciéndome: “Para lo que no puedan hacer, estoy yo; pero para lo que deben hacer, no puedo hacerlo por ustedes”.
¡Ánimo!
Por: Melissa de Luna