Desde hace unos meses me he dado cuenta de algo: me molestan mucho las personas que interrumpen. En una ocasión estábamos tres personas reunidas. Una de ellas se empezó a exteriorizar de cosas que sentía, yo estaba viéndolo fijamente cuando de repente la otra persona lo interrumpía. En ese momento empecé a sentir algo bien fuerte en mi corazón; como cuando alguien te hace algo malo y rápido querés reaccionar a eso que te hicieron. Puede sonar bastante exagerado, pero así me empecé a sentir. Quería callar a la otra persona y después de varias interrupciones la volteé a ver y le dije: “Sería bueno que lo terminemos de escuchar”.
Y no cuento esto para juzgar a la persona, sino porque muchas veces he sido yo la que interrumpe. Porque al final no podemos negar que como humanos nos gusta ser escuchados.
Aprender a escuchar es vital para relacionarnos bien con nuestra pareja, amigos y compañeros del trabajo. La Biblia nos enseña en Santiago 1:19 (NVI) acerca de esto: “Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse”.
Entonces, ¿qué podemos hacer para poner en práctica este versículo?
- Ser pacientes
¿Qué significa ser pacientes? “Facultad de saber esperar cuando algo se desea con mucha intensidad”. Deseamos mucho hablar, dar nuestro punto de vista, pero cómo cuesta escuchar pacientemente.
- Estar abiertos
Muchas veces no estamos abiertos a escuchar a otros, solo a nosotros mismos. Cuántas veces está hablando la otra persona y nosotros, en vez de estar atentos y presentes, solo estamos pensando que tenemos la razón y nada más.
- Desear comprender
Eso requiere de mucha empatía y humildad.
¿Realmente estamos escuchando? Es necesario dar un paso atrás y ser conscientes, evaluar cómo estamos escuchando y rendir nuestro deseo o necesidad de que nos escuchen. Lo lindo es que Dios está dispuesto a escucharnos en todo momento. ¿Será que nosotros lo estamos escuchando? No se trata de hacer un monólogo con Dios, sino de hacer un diálogo con Él.
Por: Melissa de Luna