Hola, amigos. Su escritor otaku favorito regresó después de un buen tiempo para narrarles otra otakuhistoria y esta vez quiero compartirles uno de mis momentos favoritos en Attack On Titans. Esta serie tiene seis capítulos en el top 20 de mejores capítulos de todos los tiempos. Para darles un ejemplo, Breaking Bad y Game of Thrones tienen solo tres capítulos cada una en este top 20.
Pero ese no es el tema. El punto es que en esta serie hay un momento en el que al equipo del protagonista los está persiguiendo una titán muy peligrosa que ya mató a casi medio pelotón de este ejército llamado “La legión de reconocimiento”. Para este momento de la serie el protagonista, Eren, está apenas iniciándose como parte de este equipo y el líder del equipo es el capitán Levi.
La cuestión es que mientras van huyendo deciden entrar a un bosque de árboles gigantes. Eren no entiende esta decisión ya que ese bosque no estaba en los planes y esta titán está cada vez más cerca de ellos, y uno a uno empieza a matar a los integrantes del equipo conforme los va alcanzando. Llega un punto en el que Eren sabe que con el poder que lleva dentro (poder que él no podía controlar) podría enfrentar a la titán y así tratar de salvar al equipo, pero la instrucción es que él de ninguna manera se puede transformar y usar sus poderes porque esto representaría un peligro que no podría controlar.
Así que mientras siguen huyendo de esta titán, Eren entra en el dilema de si usar los poderes o seguir instrucciones de no hacerlo. En un momento está a punto de transformarse cuando su compañera le dice que no lo haga, que confíe en su equipo, que apenas se están conociendo, pero que confíe así como ellos están confiando en el capitán Levi aun cuando ni ellos mismos sabían por qué estaban en ese bosque. Como les había contado, ese bosque no estaba en los planes.
Entonces Eren decide confiar en su compañera, pero mientras más tiempo pasa, la titán cada vez está más cerca y sigue matando a todos los que se cruzan en su camino. Así que Eren vuelve a querer usar sus poderes porque no puede seguir, sabiendo que la titán sigue matando soldados detrás de él. Sus compañeros le repiten que no lo haga, que confíe. Pero Eren sigue decidido en hacerlo hasta que el capitán Levi lo interrumpe diciéndole: “Si quieres hacerlo, hazlo. La diferencia entre tu decisión y la nuestra es la experiencia, pero no tienes por qué fiarte de eso. Elige. Confía en ti mismo o en mí y la legión de reconocimiento. Yo no sé qué pasará, nunca lo sé. Aunque confío en mis habilidades o en las decisiones de mis compañeros nadie sabe lo que pasará. Así que elige la opción de la que te arrepentirás menos”.
Esto me voló la cabeza porque es precisamente un claro ejemplo de lo que vivimos como jóvenes y el razonamiento que nos mueve a tomar decisiones que para algunos puedan parecer “rebeldía”. Nadie sabe qué va a pasar, qué puede ocurrir. Nadie puede asegurarte el futuro y hacia dónde te llevarán las decisiones que tomes hoy. La diferencia entre tu decisión y el consejo de otros es su experiencia, pero nosotros como jóvenes no sabemos darle valor a esa experiencia que personas mayores puedan tener y preferimos tomar la decisión egocéntrica de confiar en nosotros mismos antes que confiar en el consejo de otros. No está mal la una o la otra, simplemente está en nosotros la decisión de en quién o quiénes ponemos nuestra confianza.
Eren, al escuchar la respuesta de parte de su capitán, decidió no usar sus poderes y seguir adelante porque el capitán Levi en ningún momento mostró duda de la ruta que estaba tomando. Y el equipo entero a pesar de no conocer el plan seguía adelante confiando en el criterio de su capitán. Así que Eren decide imitarlos y repite las siguientes palabras en su mente: “Ellos decidieron seguir adelante. El capitán Levi no mira hacia atrás. Los demás confían en él y dejan todo en sus manos. Yo también confiaré en ellos. ¡Igual que ellos confiaron en mí!”
Así que el equipo continúa huyendo de la titán hasta que sorpresivamente ven grandes armas y a muchos soldados de la legión que los estaban esperando en una trampa que solo el capitán Levi conocía, trampa en la que atraparían a la titán que los perseguía.
Esta historia me hizo pensar en cuántas veces hemos arruinado un plan por no confiar en el que va al frente. Cuántas veces nos ha ido mal por no tomar un consejo de alguien que ya recorrió un mal camino, pero como que nosotros también necesitamos pasarlo para confirmar si de verdad era malo.
Hay alguien que sí sabe el futuro, que sí conoce qué pasará. Sus consejos permanecen hasta el día de hoy. Quiero que pienses en Jesús como ese capitán que va al frente y que te dice: “Tranquilo, puedes decidir lo que quieras, pero si confías en mí conocerás el plan que preparé para ti”.
“Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo”, dice Juan 16:33 (NTV).
Confía hoy en las palabras de Jesús. Por muy duro que parezca, por más pruebas o tristezas que experimentes, Él ya venció al mundo y hay un plan mayor para tu vida. Decide confiar en Cristo y sigue adelante en Su plan.
Por: Miguel Mendoza