En 2012 dos amigos perdieron la cordura y decidieron salir a matar personas en la Universidad de Columbine. Posteriormente fue revelada una serie de textos que los autores de la matanza habían dejado y apelaban a lo dura que es la vida, por lo tanto, consideraban que no debería existir vida alguna. Al estudiar la vida de los dos jóvenes se encontró que habían sufrido distintas clases de desprecios. Este es un ejemplo de cómo las situaciones adversas pueden corromper a las personas cuando estas lo permiten.
Por otro lado, tenemos a Nick Vujicic, un predicador que nació sin piernas ni brazos. Sin embargo, hoy en día comparte la palabra de Dios sin límite alguno. Hace poco sorprendió al mundo porque evangelizó al presidente de Hungría. Un ejemplo de cómo ni las circunstancias, ni el sufrimiento condicionan la conducta del ser humano.
¿Por qué existen estos dos tipos de personas? ¿Qué podemos hacer ante las dificultades de la vida para, a pesar de ellas, avanzar y superarnos?
La Biblia nos ofrece algunas respuestas. A continuación te presento tres antídotos que la fe nos ofrece para no ser victimas de nuestro contexto o de nuestras carencias.
Hebreos 11:1-3:
Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve. Gracias a ella, nuestros antepasados fueron reconocidos y aprobados. Por la fe entendemos que Dios creó el universo por medio de su palabra, de modo que lo que ahora vemos fue hecho de lo que no se veía.
Dios no necesita materia prima
Algo que caracteriza un contexto difícil es la carencia de lo bueno. Y a raíz de esto puede surgir el argumento: “Si alguien no recibe lo bueno, entonces cómo puede ser un buen ser humano”, o “Cómo se puede dar algo bueno si no se recibió primero”. Pero Dios es Todopoderoso para darnos lo que necesitamos siempre y cuando le creamos.
Por la fe podemos ver que el Señor creó algo a partir de lo que no se ve. Esto significa que Dios no necesita de ningún insumo para crear algo. Su Palabra y Su poder son suficientes para la concepción de algo. ¿Qué significa esto para nosotros? Significa que, a pesar de que no hayas recibido amor; a pesar de que no hayas recibido validación; y a pesar de que no hayas recibido motivación, por la fe tú puedes ofrecerle eso y mucho más a otras personas.
Muchos podrían decir que somos el resultado de nuestro contexto o el resultado de nuestros estímulos y condicionamientos. Esto tiene algo de verdad, pero está incompleto. Yo diría que a pesar de los estímulos y condicionamientos podemos ser buenas personas por la fe.
No se trata de las oportunidades, sino de quién está enfrente de ellas.
Hebreos 11:4
Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, y por eso fue reconocido como un hombre justo, y Dios aceptó con agrado sus ofrendas. Y aunque Abel está muerto, todavía habla por medio de su fe.
De nuevo encontramos dos ejemplos. Pero la Biblia nos explica la diferencia entre la calidad de lo que hizo Abel y la calidad de lo que hizo Caín. La diferencia fue la fe. De nuevo podemos ver que cuando tenemos fe no dependemos de nuestro contexto, sino de lo que creemos. ¿Cuántas veces no hemos culpado a nuestro contexto por nuestra falta de excelencia?
La fe te impulsa a buscar que el fruto que tú des sea un buen fruto. La Biblia nos enseña claramente que la diferencia fue la fe: uno la tenía y el otro no.
La fe te impulsa la mejora
Hebreos 11:13-16
Por la fe, todos ellos murieron sin haber recibido lo que se les había prometido, y sólo llegaron a ver esto a lo lejos; pero lo creyeron y lo saludaron, pues reconocieron que eran extranjeros y peregrinos en esta tierra… pues si hubieran estado pensando en la patria de donde salieron, tiempo tenían para volver. Pero ellos anhelaban una patria mejor, es decir, la patria celestial. Por eso Dios no se avergüenza de llamarse su Dios; al contrario, les ha preparado una ciudad.
A pesar de todas las dificultades y limitaciones que ellos vivieron. La fe los condujo a buscar hasta encontrar un lugar mejor. Si hubieran querido lo mismo, si no hubieran desarrollado su fe, entonces se hubieran regresado. Pero no se trata de volver, sino de mejorar.
La fe te estira a aspirar por lo mejor y te empuja a buscar lo nuevo. Por la fe cree que serás sano. Por la fe cree que Dios te dará un mejor trabajo. Por la fe confía en que terminarás la universidad.
Por: Fernando Pappa