Positivo de COVID-19, con dolores de cuerpo, fiebre recurrente y tos seca. Enrique, el tío de uno de mis mejores amigos no logró encontrar un lugar en donde atendieran su caso. Su hijo lo condujo por cada hospital, clínica y sanatorio, encontraron todos llenos, totalmente colapsados. Cada uno de los doctores, enfermeros y voluntarios haciendo lo posible para sostener una pandemia que ningún sistema de salud, sin importar el país, pudo sostener. Su caso merecía atención pero no la logró conseguir.
Los casos ya no están solamente en China, Irán o Italia. Ya no son historias de noticieros o Twitter, son mensajitos de amigos que tienen este virus. Son llamadas que te dejan en shock porque el tío de tu mejor amigo, que estaba completamente sano hace cuatro días, hoy ya no está con nosotros porque el virus le consumió los pulmones en menos de 72 horas. En la mezcla de emociones sobresale la furia, queriendo encontrar al culpable (o culpables) de lo que estamos viviendo. Frustra, molesta porque si tan solo hubiera encontrado a alguien que le diera la atención que merecía su caso, existe la posibilidad de que el desenlace de la historia hubiese sido distinto.
Marcos 2:2-4 (RVR1960)
E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
Jesús sabe que un paralítico necesitado de sanidad está afuera pero decide no salir. Decisión similar con Lázaro cuando se enteró de su enfermedad. El enojo y la frustración encuentran su camino hasta Jesús. ¿Por qué está permitiendo el coronavirus? Seguro no lo provocó pero tampoco lo impidió. ¿Quién es el culpable en la historia? La enfermedad que impide respirar o la que impide caminar. El sistema de salud o la casa que no se da a vasto. Los doctores o Jesús que no atienden tu caso con la atención que merece.
Dios habla a mi corazón nublado y me dice “hijo, estás buscando al culpable en la historia en vez de buscar a los aliados”. Jesús como nuestro mayor aliado y los cuatro amigos dispuestos a romper techos por ver un milagro, ese es el papel de la iglesia en estos momentos. La iglesia no está representada en los fariseos cuestionando a Jesús dentro de cuatro paredes, la iglesia está representada en aquellos dispuestos a sobrepasar dificultades con tal de llevar al necesitado delante de Su Salvador y Sanador.
“Al ver la fe de ellos”. Que tu recurso llamado fe esté a disposición de tus cercanos. Mi deseo es que durante esta temporada tus amigos encuentren milagros en tus acciones de fe y amor.
Escrito Por: Juan Diego Luna