El título representa a muchos, mi persona incluida. Hay muchos proyectos que empezamos, pero cuesta terminarlos. Quizá sea por indisciplina, por falta de interés o porque, siendo honestos, iniciamos algo que nunca tuvimos que haber iniciado. Las razones pueden ser muchas.
El problema con no terminar lo que empezamos es que perdemos credibilidad con nosotros mismos y con los demás. Y eso es peligroso porque al siguiente proyecto o idea que tengamos no contaremos con la misma confianza en nosotros mismos que teníamos antes. Eso sin mencionar que las personas con las que nos desenvolvemos pueden perder también su confianza en nosotros.
Por otro lado hay quienes nunca inician nada porque piensan que no lo van a terminar y le llaman a eso “prudencia”; sin embargo, si nunca inicias nada, entonces nunca terminarás nada y tu carácter no se desarrollará. Eso se llama sabotearse a uno mismo.
Te quiero dar dos recomendaciones que me ayudaron a terminar de escribir mi primer libro.
- Para proyectos que son muy extensos oblígate a tener una hora para trabajarlo todos los días (omitiendo los días de descanso). Por ejemplo, cuando empecé a escribir lo hacía a la hora que pudiera y eso le enviaba un mal mensaje a mi cerebro: que escribir no era mi prioridad porque lo hacía cuando me sobrara tiempo. Cuando entendí esto me obligué a hacerlo todos los días, asignándole un horario específico de 9:30 p.m. en adelante.
Si le asignas un horario específico a una actividad, tu cerebro comprenderá que es algo importante. Y si lo incluyes en tu agenda provocarás que sea muy difícil evadirlo.
- Sé específico con lo que quieres lograr. Mientras más real mantengas tus aspiraciones, menos distorsionado tendrás tu panorama. En mi caso personal tenía claro que quería desarrollar una novela de ficción que fuera amigable para las personas que no tienen un hábito de lectura. Eso me ayudó a entender que no estaba escribiendo una trilogía de El Señor de los Anillos y a eliminar complicaciones que no eran necesarias. Quizás dejé muchas cosas afuera, pero es el precio que se paga por tener bien definido lo que quieres lograr y lo que no.
Aprovecha el tiempo. ¡Ve y termina lo que dejaste a medias!
Por: Fernando Pappa