Me gustan las historias. No importa si son series, libros, caricaturas japonesas (animé), las que me cuenta Kath (mi esposa), me las disfruto mucho. Algunos días tengo una ventana de tiempo entre las 11 y 12 de la noche. Últimamente decidí volver a ver películas de superhéroes, algunas de las más comerciales: Batman, Spider-Man, Doctor Strange y Kung fu panda (no podía dejarlo afuera).
Me di cuenta de algo, si el enemigo no es fuerte, poderoso, o desafiante, la historia pierde interés. Es decir, nadie quiere ver una historia de un héroe débil que pelea contra un enemigo aún más débil. Batman es Batman por el Guasón. Spiderman es admirado por vencer a Venom. Jesús es nuestro Salvador porque venció la muerte y al pecado.
Creo que Dios es un escritor, no que sea solamente eso, pero dentro de todo sé que le gusta escribir. Salmos 139:16 dice: “todos los días de mi vida ya estaban en tu libro”
Este versículo me dice a mi que Dios escribió un libro con la historia de tu vida. Como en toda buena historia, estoy seguro de que en la tuya hay desafíos y enemigos como la enfermedad, escasez económica, engaños, heridas, etc. En medio de tu historia recuerda algo muy importante: El tamaño de tu desafío me habla del potencial que tienes para vencerlo.
Cuando un autor describe un enemigo grande y poderoso, automáticamente está describiendo lo poderoso que será el protagonista de la historia que lo vencerá.
Si tu desafío es grande, eso significa que tu fe, potencial y creatividad son aún mayores. Dios jamás pondrá delante de ti un desafío que no puedas vencer.
Por: Fernando Pappa