Llevo algunos años en el liderazgo y uno de mis mayores miedos es caer en la rutina: vivir una vida en automático y perder el asombro ante la manifestación de Jesús. Mientras reflexionaba sobre esto, me encontré con este versículo: Por tanto, preparen su entendimiento para la acción. Sean sobrios en espíritu, pongan su esperanza completamente en la gracia que se les traerá en la revelación de Jesucristo. 1 Pedro 1:13
El diccionario describe ser sobrio como tener una mente clara y controlada, libre de excesos y de la influencia del pecado. También puede entenderse como ser moderado en los hábitos, vigilante, alerta o mantener el juicio. La Palabra nos invita a mantener un espíritu sobrio en medio de todo el ruido que nos rodea, pero ¿alguna vez te has preguntado cómo lograrlo?
Renovar nuestra mente
Nuestra mente es el campo de batalla donde se deciden nuestras acciones y actitudes. Dios nos llama a no adaptarnos a este mundo, sino a transformar nuestra manera de pensar para alinearla con su voluntad. ¿En qué ocupas la mayoría de tus pensamientos? Dedica tiempo a la oración y a la lectura de la Palabra, y permite que estos momentos transformen tu manera de vivir. Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto. Romanos 12:2
Descansar en Él
Vivimos en una cultura que glorifica la productividad y el esfuerzo constante, pero Dios nos recuerda que en Él encontramos el descanso verdadero. Haz una pausa. Reflexiona. Encuentra momentos para la contemplación y confía en que Dios está en control.
El Señor es mi pastor, Nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; Junto a aguas de reposo me conduce. Salmos 23:1-2
Confiar en Él
La ansiedad y las preocupaciones son comunes, especialmente frente a las tormentas de la vida o la incertidumbre del futuro. Sin embargo, Dios nos invita a entregar nuestras cargas a Él, porque se preocupa por nosotros. Echando toda su ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ustedes. 1 Pedro 5:7
Te animo a escoger a Jesús cada día de tu vida. Busca contemplar siempre Su grandeza y mantén tu espíritu sobrio, centrado en Él.
Por: Ilse Pimentel