En octubre del año pasado tuvimos la oportunidad de viajar a México para ser parte del #HolaFuturoTour. Estuvimos con nuestro pastor Juan Diego Luna, nuestros amigos de Un Corazón y Daniel Aguilar. En seis días pasamos un tiempo increíble donde tocamos en cinco ciudades, vimos a miles de jóvenes acercarse a Jesús y presentamos una adoración genuina. Regresamos a Guatemala sumamente cansados. Fueron días muy corridos, estábamos agradecidos con Dios por la oportunidad que nos había dado pero estábamos acabados. A mí se me bajaron las defensas y me dio gripe.
Esto me puso a pensar en varias cosas. ¿Cuántas veces nos hemos sentido cansados y desgastados después de servirle a Dios? Este cansancio es sumamente peligroso porque nos hace cuestionar si lo que estamos haciendo vale la pena, si todo nuestro esfuerzo realmente le agrada a Dios. Esto en algún momento nos pasa por la cabeza a todas las personas que decidimos servirle y no está mal, es normal, pero lo importante es que siempre regresemos al camino correcto.
En mi caso, no sé como pero Dios ha renovado mis fuerzas infinidad de veces. Durante el último concierto del tour dimos todo de nosotros, ¡pero fue Dios quién nos renovó! Entonces me doy cuenta de que Dios sí ve cada esfuerzo que hacemos, Él sabe que nos cansamos y nos renueva milagrosamente.
Hoy quiero motivarte a algo: cada vez que tengas la oportunidad de servir en cualquier área busca siempre que tu enfoque principal no sea buscar la aprobación de las demás personas, sino que genuinamente sea agradar a Dios y agradecerle lo que ha hecho en ti.
Cuando tenemos la oportunidad de servir es porque, antes que nada, Él decidió hacernos dignos y darnos la confianza para servir. Correspondamos esa confianza porque estoy seguro de que hay una recompensa para quienes nos desgastamos por el reino.
Por: Che Alvizuris