Antes, cuando quería dejar un vicio, sentía que luchaba indefenso y sin fuerzas. Llegué a creer la mentira de Satanás diciéndome que Dios estaba enojado conmigo y me costaba mucho pedirle perdón.
No permitamos que las mentiras o emociones afecten nuestras convicciones. A veces enfrentamos luchas y no tenemos con qué defendernos y contraatacar. ¿Cuántas veces actuamos con fe pero dirigimos esa convicción al lugar incorrecto? ¿Cuántas veces lidiamos con la culpa o los vicios y olvidamos que no es con nuestras fuerzas sino con las de Dios?
Efesios 6:10-18 describe la armadura que el Señor nos ha entregado para salir victoriosos:
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Cinturón de la verdad: identidad como hijos de Dios.
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Coraza de justicia: justificados por Jesús.
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Calzado de la paz: predicar el Evangelio.
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Escudo de la fe: aparta las dudas.
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Yelmo de la salvación: salvos por fe en Jesús.
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Espada del Espíritu: la Palabra alumbra el camino, combate ideologías falsas y engañosas.
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Oración: en comunión con Dios recibimos fuerzas y declaramos un mejor futuro.
Siete elementos fáciles de recordar. Si los usamos en conjunto obtendremos la victoria en cada una de las batallas que enfrentemos.
Escrito Por: Antonio Castillo
Foto por: Nik Shuliahin