Mientras leemos la Biblia, vemos que los grandes personajes no estaban solos; tenían amigos que los apoyaban en sus misiones y aventuras. Estos amigos podían ser cercanos, lejanos o muy íntimos, pero todos tenían un papel crucial en sus vidas y en la historia que Dios estaba escribiendo a través de ellos. Al reflexionar sobre mis propias amistades, he intentado, que en sentido figurado, mis amigos sean “súper amigos”, aquellos que logran cosas sobrenaturales y que me inspiran a ser mejor cada día.
En 2 Samuel 23, se encuentra un ejemplo claro en los llamados hombres valientes de David, tres de sus amigos más cercanos que realizaron hazañas increíbles. Estos tres hombres fueron Joseb-basebet, Eleazar y Sama. Cada uno de ellos realizó actos heroicos y sobrenaturales con características inspiradoras para nuestro tiempo.
Fe y determinación
Joseb-basebet, también conocido como Adino el Eznita, fue el principal de los capitanes de David. En una ocasión, mató a 800 hombres en una sola batalla (2 Samuel 23:8). La valentía y la habilidad de Joseb nos enseñan que con fe y determinación podemos superar desafíos que parecen imposibles.
Incansable actitud aferrada a las promesas de Dios
Eleazar, hijo de Dodo, es otro de los tres valientes. En una batalla contra los filisteos, se levantó y luchó hasta que su mano quedó pegada a la espada por la fatiga. A través de su esfuerzo, Jehová dio una gran victoria a Israel (2 Samuel 23:9-10). La mano de Eleazar prensada a la espada es un símbolo poderoso de cómo debemos aferrarnos a las promesas y a la Palabra de Dios, incluso cuando estamos cansados.
Valentía y firmeza para no salir huyendo cuando otros se van
Sama, hijo de Age, defendió un pequeño terreno lleno de lentejas contra los filisteos cuando todo el pueblo había huido (2 Samuel 23:11-12). Su valentía y determinación en el lugar correcto y en el momento adecuado llevaron a una gran victoria. Sama nos muestra que a veces, aunque todos huyan, debemos estar firmes y defender lo que Dios nos ha dado.
Así como estos valientes estuvieron al lado de David y lograron grandes victorias, los amigos también juegan un papel crucial en nuestras vidas. Existe un dicho que dice: “Somos el promedio de las cinco personas con las que pasamos más tiempo”. Si queremos parecernos a Dios y vivir vidas que honren Su nombre, es importante rodearnos de personas que también aman a Dios.
Esto no significa que debamos excluir a aquellos que no comparten nuestra fe, más bien debemos buscar relaciones que edifiquen y nos acerquen más a Dios. Los amigos íntimos deben ser aquellos que nos desafíen a crecer espiritualmente, que brinden apoyo en nuestros momentos difíciles y que nos inspiren a vivir una vida de fe y obediencia.
Estemos dispuestos a sacrificarnos y a ofrendar nuestras vidas por aquellos que Dios ha puesto en nuestro camino. Recuerda, tus amigos pueden ayudarte a lograr cosas sobrenaturales cuando comparten tu fe y tu amor por Dios.
Por: Andy Burgos