Hace unos meses estábamos pintando nuestra casa con Aída (mi esposa) y compramos una pintura naranja oscuro, fuimos a probar el color en la pared que queríamos pintar y nos llevamos la sorpresa que era mucho más claro de lo que pensábamos. Rápidamente empecé a autoconvencerme de que al día siguiente se iba a ver mejor, pero sucedió todo lo contrario. La luz del día nos hizo darnos cuenta de que ese tono de naranja era el peor que pudimos haber elegido.
La luz tiene esa característica: a veces nos incomoda, pero nos ayuda a ver bien las cosas. Como con mi pared, el problema no fue la luz, fue el color que había escogido. Qué irracional hubiese sido molestarme con la luz del sol, en vez de darme cuenta de que tengo que escoger las cosas de una mejor manera y no tomar decisiones tan apresurado.
A veces la luz respecto a un tema que estaba oculto viene de la forma más inesperada: puede venir a través de la confrontación de alguien, de la rendición de cuentas que entregamos o incluso, por medio de un simple comentario.
Seamos completamente sinceros, lo que nos incomoda cuando alguien se entera de un error nuestro es haber sido descubiertos en algo que queríamos mantener oculto. Entonces, culpamos al que se dio cuenta o al que habló de algo sin nuestro consentimiento, pero lo que realmente queríamos hacer era evitar las consecuencias de las malas acciones que estamos realizando. Culpamos el entorno, cuando lo que deberíamos hacer es una introspección de nuestro caminar.
Leamos juntos Lucas 8:17 (NTV): Pues todo lo secreto tarde o temprano se descubrirá, y todo lo oculto saldrá a la luz y se dará a conocer a todos.
Esto no quiere decir que Dios sea indiscreto, que le guste que todos se enteren de todo lo que hacemos, esto solo responde a una ley de Su reino: la verdad siempre sale a la luz, tarde o temprano. Y cuando esto suceda no podemos enojarnos con el entorno, más bien deberíamos ver hacía adentro y preguntar con sencillez ¿Por qué me molesta que esto salga a la luz? ¿Quería mantener esto escondido para siempre? ¿Me pesa rendir cuentas de esta área de mi vida?
La luz no es el problema, de hecho es parte de la solución. Claro que molesta al principio, pero es necesaria para que podamos ver las tinieblas en las que a veces nos encontramos.
Por: Diego Herrera