La intercesión es una expresión de amor
Cuando su esposa Julie falleció de cáncer de ovario a los 36 años, el poeta Charles Anthony Silvestri no sabía cómo continuar su vida. Viudo y a cargo de dos hijos pequeños debía procesar todo lo sucedido. Sabía que lo obvio era escribir sobre su dolor, pero le resultaba muy difícil. Finalmente, con el paso de los años, logró plasmar ideas de amor y luto junto al compositor Eric Whitacre, armando así un relato de la desgarradora experiencia que se devela entre la vida y la muerte, el asombro de la eternidad y los sabores dulces de las memorias en medio de la pérdida.
The Sacred Veil cuenta la historia de una pareja a través de sus diferentes etapas. Uno de los movimientos que más me cautivó fue el inspirado por un correo de Julie:
«Queridos amigos: Hoy siento que debo pedirles que oren. Acabo de salir del hospital y recibí malas noticias. La exploración mostró que tengo numerosas metástasis hepáticas y peritoneales. Mi doctor dijo que significaba que tengo dos meses de vida.
Ahora les pido que oren como nunca han orado. Por favor, no oren para que tenga una muerte pacífica. Por favor, no sientan lástima por mí. Solo oren con fuerza. Oren para que sea sana de una manera milagrosa y sobrenatural. Oren para que Dios me dé la sabiduría para saber qué sigue. Peleen junto a mí, no se den por vencidos conmigo».
Cuando nos encontramos en diferentes pruebas necesitamos acompañamiento, por lo tanto, el abandono y dejadez puede ser desgarrador. Aun sabiéndolo, en ocasiones nos hacemos de la vista gorda frente a las luchas de otros. Nos ausentamos de la batalla porque no es nuestra.
En Gálatas 6:2 dice, “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”. Te invito a pensar en una persona que está cerca de ti y que necesita oración, una llamada telefónica y de tu amistad. Te hago el llamado a que no lo abandones y pelees junto a él o ella, hasta ver el milagro de Dios en su vida. La intercesión es una de las formas más puras de demostrar amor y servicio.
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. Juan 13:35 (RVR1960)
Por: Daniela Quintero de Ardón