Hace algunos días estaba haciendo un presupuesto para comenzar mi vida de casado. Al principio comencé con mucha ilusión y conforme fui poniendo los gastos terminé con un poco de preocupación. Recuerdo que hasta me quedé dormido por un rato y me levanté empapado de sudor. Yo empezaba a hacer mis matemáticas y sentía que no me salían las cuentas ¿Quién no ha tenido esa sensación?
Recordé una historia que siempre me trae paz y te la quiero compartir para que produzca lo mismo en ti. Elías era un profeta del antiguo testamento que acababa de orar para que ya no lloviera y esto había producido una sequía en el lugar en donde se encontraba. La sequía trajo como consecuencia una escasez de alimentos que también lo afectó a él. La circunstancia adversa no impidió que Dios mandará unos cuervos con la provisión necesaria para que él se alimentara (1 Reyes 17:1-6).
La sequía se extendió durante varios años, pero la provisión no faltó. En otra ocasión Dios alimentó al profeta Elías por medio de una viuda. El Señor quiere y va a proveernos de cualquier manera, solo debemos confiar en que lo hará. Así sea que use cuervos, viudas o cualquier otro método, nuestra confianza no está puesta en la forma sino en quién es nuestro proveedor en todo tiempo. Él te proveerá a través del salario de tu trabajo, de un emprendimiento o de cualquier otra manera; lo importante es saber que lo hará (1 Reyes 17:7-14).
Hubo un momento en donde Elías sintió miedo porque estaba siendo amenazado de muerte y su oración fue la siguiente: “Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”. Y Dios le respondió con una visitación angelical que le llevó una torta cocida y una vasija de agua. La provisión de Dios depende más de Su fidelidad que de nosotros mismos. Elías vivía su peor momento, no era aquel gran profeta que había vencido a los 450 profetas de Baal y a los 400 profetas de Asera. Era un hombre huyendo con deseos de morirse y eso no le impidió ver la fidelidad de Dios demostrada a través de la provisión que le envío. Dios no te va a proveer dependiendo de tu capacidad o desempeño, sino de acuerdo con Su amor (1 Reyes 19:1-8).
Todas estas historias de provisión las cumplió siendo el Dios de Elías, Su Señor; ahora imagínate cuánto más no podría hacer por ti, que también eres hijo Suyo. Quiero que leas junto conmigo este versículo y que tu corazón se llene de fe y confianza:
Mateo 6:25-26
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Dios es tu Padre y proveedor, siempre podrás acudir a Él para pedirle todo aquello que necesites. Él te proveerá para cada una de tus necesidades y sueños porque Él es un padre bueno y fiel.
Por: Diego Herrera