En medio de todo el caos que ocurre empezamos a ver una y otra vez lo malo que pasa alrededor y nos olvidamos de lo bueno, dejando que la esperanza vaya abandonando nuestro corazón. Sin embargo, alimentar nuestro espíritu con palabras de fe, ánimo y amor hace una diferencia abismal en nuestro corazón.
Procura dirigir tus pensamientos hacia las buenas noticias y busca mantenerte ocupado contribuyendo con tu parte, pequeña o grande, ya que todo suma para mejorar dentro de ti y afuera en el mundo.
La biblia dice en Proverbios 15:13: “El corazón alegre embellece el rostro, pero el dolor del corazón abate el espíritu”. Recuerda que esta crisis producida a nivel mundial por el coronavirus es temporal, así que no dejes abatir tu espíritu.
Por último, te dejo con Romanos 5:5, que dice: “Y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. Creer es “generar la fuerza para empujar que algo suceda”, así que no dejes de creer porque la esperanza no avergüenza.
Escrito por: Brenda de Zamora