Hace unos años me tope con un deportista famoso, quien compartía un café con alguien mas. Inmediatamente subí a las redes una selfie con la celebridad de fondo y con una etiqueta a su perfil, a los minutos recibí un mensaje de una extraña: “¿De casualidad vio si estaba acompañado de una mujer? ¡Siempre me hace lo mismo!.” Rápidamente le enseñe a mi amigo, quien me dice: ¡LO SAPEASTE!.
El termino “Sapear” se utiliza en series colombianas para describir la acción de delatar a alguien.
Quizás mi historia sea cómica y fortuita, pero me lleva a pensar en como reaccionamos cuando nos percatamos de los errores de nuestros amigos. Podemos egoístamente ignorar lo que sucede, también podemos “sapearlos” buscando aprovechar su debilidad para dejarnos en una posición ventajosa. O podemos decidir amar a nuestro prójimo y confrontar buscando el bienestar suyo por encima de la incomodidad que implicara el momento de confrontación.
Después de todo terminamos apreciando mucho mas, no a quienes nos dicen lo que queremos escuchar, sino mas bien a quienes nos dicen lo que necesitamos escuchar.
La diferencia entre una actitud y otra esta en amar, y esto debería ser la base de nuestra cultura.
Por: Edwin Godinez