¿Largo el título? Lo sé, pero siempre quise que alguien me explicara y me hiciera entender estos clichés antes de empezar una relación. Si hablamos de relaciones amorosas todos tenemos algo que contar, y creo que a todos nos han dado los mismos consejos. Y aunque al principio los ignoramos me di cuenta que al momento de estar ya en una relación son cosas que hay que construir todos los días. Empecemos…
1. No seas celoso: Los celos hacen que nos volvamos más inseguros y que no nos sintamos tranquilos. Pero por más que nos lo dicen, ¿quién de nosotros no ha pasado por esta etapa? Quizás el mismo estereotipo de madurez que buscamos alcanzar no nos deja reconocer que somos celosos. Pero en mi experiencia personal me he dado cuenta que este es uno de los principales problemas por los que muchos de nosotros hemos pasado. Los celos pueden ser producto de tu imaginación o pueden ser reales, pero cual sea tu caso hay una cosa que debemos tomar en cuenta: tu dignidad y tu identidad te dan un valor que solo encuentras en Jesús. Reconocer esto me ha ayudado en las batallas con este gigante.
2. Deja tu orgullo: No es tan sencillo. Pero déjame decirte que el orgullo es el peor consejero y nos lleva por caminos mucho más difíciles que a la larga nos conducen a destinos lejos de lo que soñamos. Tenemos que entender que no siempre tenemos la razón, aunque está muy claro que el 90% de las veces somos las mujeres las que tenemos la razón 😉 son bromas… Pero lo que quiero dejarte es que debemos ser sabios en esto, aceptar nuestros errores y entender que cambiar es clave para una relación sana.
3. Comunicación: – ¿Qué te pasa mi amor? – Nada. Este es un error en todas las relaciones. Es importante hablar las cosas que nos molestan, pero sobre todo escuchar qué le molesta a nuestra pareja. Por estar pensando en lo que no nos gusta, hacemos cosas que tampoco le gustan a la persona que amamos. Otra cosa, siempre busquemos el momento adecuado. Esperemos que pase el enojo o las emociones alteradas para que podamos comunicarnos de una mejor manera
4. No esperes demasiado: Tal vez se escucha triste, porque creo que todos tenemos un modelo o estereotipo de cómo queremos nuestra relación. No se trata de pensar lo peor de nuestra pareja. Lo importante es que antes de esperar algo de parte de ellos, debemos preocuparnos por dar algo. Piensa antes en cómo alegrarle el día, en vez de estar esperando que él/ella te lo alegre.
5. Nunca compares: Cuántos no hemos caído en el dicho “Todos los hombres son iguales” o “Todas las mujeres son igual de problemáticas”. Creo que nadie se salva de haber dicho esto. Uno de los peores errores en una relación es traer nuestras experiencias pasadas a nuestra relación actual. Deja el pasado atrás. Si vas a reflexionar acerca de tus relaciones pasadas que sea solo para ser mejores. En este sentido, antes de iniciar una nueva relación, debemos darle tiempo a Dios para que sane el daño causado (sanidad interior). Es importante entender que la persona del pasado no es la misma que la persona que tienes o tendrás frente a ti.
Las relaciones fueron mi mayor debilidad, pero ahora se han convertido en mi mayor fortaleza a través de conocer, amar y confiar en Jesús. Entendí que amar es un arte, amar es sacrificio, amar es compromiso. El momento en que le entregué esta área de mi vida a Dios fue el momento en que todo hizo clic con Rodri, mi novio, y ahora Dios está escribiendo la más mágica y lindísima historia de amor. Entender esto me ha ayudado muchísimo en mi relación. No digo que nuestra relación sea perfecta, pero sí puedo decirte que decidimos dejar que Dios sea el centro de ella para perfeccionarla.
Escrito por: Liza Alvarez