Hoy me acerco a ti, que crees que nadie te acepta, que has sido juzgado por la sociedad y que has vivido un rechazo por parte del mismo cristianismo. Quiero decirte que hemos estado equivocados, que hemos actuado mal.
Te pido perdón por aquellas personas que no se han acercado a ti con los brazos abiertos y que no han hecho lo que Jesús nos mandó: amar.
Hoy te digo que si eres aceptado, que sí hay alguien que te ama y dio Su vida por ti. Ese alguien no te condena por quién eres y no se apartará de ti jamás, más bien, te ama y amará sin condición. Él es Jesús y te invita a que te acerques y experimentes Su amor. Él tiene algo mejor, y quiere verte mejor.
Quizás te da miedo acercarte a una iglesia por las malas experiencias que has vivido, pero una vez más te pido perdón por eso. Te invito a que busques a Jesús, Él me aceptó como yo era y me dio una vida mejor, y sin duda puede hacerlo contigo.
Si eres cristiano te digo: deja de rechazar y juzgar. Deja de ver de menos a los demás. Lo único que debes hacer es amar como lo hace Jesús y demostrar con tus actos el gran amor de Dios.
Por: Raquel Rendón de Alvizuris