Hace cuatro años comencé a tomar fotos de forma aficionada, nunca imaginé que un día iba hacerlo de forma profesional y menos que se iba a convertir en mi principal fuente de ingresos. Quisiera contar una historia inspiradora acerca de la motivación que me llevó a iniciar en esto pero la verdad es que no la tengo, comencé porque me gustaba una chava. Como no tenía buenas calificaciones, ni habilidades deportivas, encontré en la fotografía una forma de llamar su atención. Al final no funcionó mi estrategia de conquista y cuando me decidí a tomar en serio la fotografía, ella rechazó la idea y me dijo que nadie vivía de eso.
A veces se experimenta rechazo al trabajar en algún medio creativo, creo que no se rechaza el sueño, sino lo que conlleva. La persona a quien yo quería impresionar no rechazó el hecho de que alguien pueda vivir dedicándose a la fotografía, rechazó el creer en algo que en ese momento era imposible visualizar.
Dios puso en nosotros dones que tenemos que explorar que a simple vista no se ven. Nunca sabremos dónde está nuestro lugar si no intentamos de forma comprometida alcanzar algo. En todo el proceso necesitamos humildad y paciencia.
Si hubiera puesto mi atención al rechazo de esa persona, me hubiera estancado. La clave para alcanzar lo que nadie ha alcanzado es hacer lo que nadie ha hecho. Si ningún artista tiene compromiso, tú intenta ser un artista comprometido, si ninguna líder ora, tú hazlo. Que la percepción de los demás no limite el potencial que Dios puso en ti. Te darás cuenta de que es un sueño del Señor al experimentar respaldo en el camino. Dios creyó en mí lo suficiente para dar su vida, quién soy yo para no creer en mí y en el arte con el cual Él me doto. Inténtalo, porque no tiene que ver con seguidores, habilidades, contactos o recursos, intenta porque Él prometió ir contigo.
“Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas”. Josué 1:9
Por: Alex Flores