Hoy escribiendote esto te cuento que estoy pasando literal en este momento. Fuimos a comer una pasta con Nando (mi esposo) y pedimos unos panes con ajo que daban en el restaurante. Deliciosos por cierto, tenían aceite de oliva, tostados con arugula encima y otras especies, ¡estaban demasiado buenos! 4 para nando y 2 para mi.
Luego llegó la pasta y todo rico también. Camino al hotel le mencioné a Nando que debíamos lavarnos bien los dientes porque comimos mucho ajo y a veces el ajo le cuesta trabajo irse. Llegamos al hotel, nos lavamos y ¿adivinen qué? No se fue el olor y sabor en la boca. Ya pasaron varias horas, ya nos lavamos otra vez, y creo que está más fuerte que cuando salí del restaurante. ¡No les miento!
Pero ¿por qué no se va? Decidí meterme a Internet para saber qué hacer y encontré que el ajo al ser triturado y no digamos después masticado libera una esencia muy fuerte que tardará más de un día en ser ¡eliminado! Además leí que podía masticar una manzana con cascara y otras cosas más. Ya tengo mi manzana aquí y me la comeré.
Pero antes decidí escribir esto porque no pude evitar relacionarlo con ciertas cosas en nuestra vida que ¡no se van! Pero ¿por qué si estamos haciendo un esfuerzo pero igual siguen ahí?. Quizás es perdonar a alguien, seguir pensando en una persona, no podes evitar el pensar si hubieras hecho algo distinto, una adicción, vicio, infidelidad, fracaso. Que se yo.
Quieres que se vaya, intentas de todo y ¡no hay modo! Pero ¿adivina que? Si se puede. Así como ya sea con esta manzana que me estoy comiendo o estarse lavando y lavando por varios días, de que se va el olor y sabor a ajo se va, ¡definitivamente pasará!
Lo mismo te digo hoy a ti. Lo que sea que estés viviendo déjame decirte que va a pasar. Requiere que reconozcas que necesitas ayuda o un cambio, que busques esa ayuda y tengas mucha paciencia. Créeme: vas a estar bien.
Me gusta pensar esto: Dios conoce nuestro futuro y Él nos ve sonriendo genuinamente. Es cierto, para nosotros es incierto pero para Él no lo es. Así que acércate a Él, búscalo y dejá que Él te dé paz en lo que viene a tu vida lo que haz estado esperando.
La Biblia dice que Él tiene planes de bien y no de mal y que a los que le amamos todo nos ayuda a bien, y ¡yo lo creo! Te motivo a que creas hoy conmigo. Sin lugar a duda sé que voy a estar bien y tu también. Quizás es incómodo ahorita. Yo apesto a ajo mientras te escribo esto, pero créeme que esto va a pasar. Mis problemas pasarán y los tuyos también, y vendrán otros seguramente… se llama vida, pero es linda con Dios.
Y recordá: No estás solo en esto. Todos somos imperfectos pero tenemos al perfecto de nuestro lado
¡Te mando un fuerte y oloroso abrazo a ajo! Bye ☺